Son muchas las personas que cada día contactan con Carpinteros en Zaragoza para diseñar un vestidor, un espacio sumamente funcional en los dormitorios. Se trata de un lugar en el que mantener la ropa ordenada y contar con total intimidad a la hora de vestirse. Aunque no se dispongan de demasiados metros, con los muebles a medida siempre es posible sacarle el máximo provecho al espacio y cubrir las necesidades de nuestros clientes. Estos que se van a ver, a continuación, son los principales elementos que se han de tener en cuenta en este tipo de proyectos.
Optimización del espacio
Uno de los factores más importantes a la hora de diseñar un vestidor es sacarles el máximo rendimiento a las dimensiones disponibles. En este sentido, si se cuenta con un espacio dentro del dormitorio o en una estancia cercana, no hay mejor aprovechamiento para esos metros que un vestidor a medida para tener siempre la ropa lista para ser usada. El diseño y la funcionalidad son la premisa esencial sobre las que debe pivotar este tipo de proyectos.
Varios sistemas de almacenaje
Como no todas las vestimentas son iguales, los vestidores deben ofrecer diferentes tipos de estancias para el almacenaje con el objetivo de que se ajusten tanto a las prendas largas, como a las cortas, pantalones, vestidos, faldas, camisas, pero también zapatos, bolsos, complementos y demás accesorios. En dependencia de cada hogar y los usuarios del vestidor, su modo de vestir y necesidades, se diseñará su estructura interior.
Tipos de vestidores
Además de ser funcionales, los vestidores deben adecuarse a las características del inmueble, del espacio que se le va a dedicar y, como no podía ser de otra manera, a los gustos de cada cliente.
Vestidores abiertos
Este tipo de vestidores son sumamente prácticos, porque permiten ver y acceder con facilidad a todas las prendas, estando todo el contenido a la vista, facilitando la elección. A nivel visual, favorece la sensación de amplitud y también resultan más económicos, al ser estructuras más simples que carecen de puertas. Requieren de una buena planificación para mantenerlo todo perfectamente ordenado, ya que, si no, puede acabar siendo caótico y romper con la armonía.
Este tipo de vestidores abiertos son los más recomendables para los espacios pequeños, con la forma que mejor aproveche los metros disponibles, ya sea lineal, en forma de U o de L, distribuciones que veremos más adelante en este mismo artículo.
Vestidores cerrados
Disponen de puertas abatibles o correderas. Una de sus principales ventajas es que no se ve su contenido, por lo que no hay que ser tan escrupulosos con el orden para que la habitación parezca ordenada. Solo habrá que cerrar la puerta y su apariencia será impoluta. Transmiten orden y limpieza, con un resultado final visual muy satisfactorio, especialmente si es un lugar anexo dentro del propio dormitorio. Como inconveniente, son muebles más completos, que incluyen puertas, por lo que su coste es más elevado, tanto por los materiales como por la mano de obra en su instalación.
Vestidores cerrados
Disponen de puertas abatibles o correderas. Una de sus principales ventajas es que no se ve su contenido, por lo que no hay que ser tan escrupulosos con el orden para que la habitación parezca ordenada. Solo habrá que cerrar la puerta y su apariencia será impoluta. Transmiten orden y limpieza, con un resultado final visual muy satisfactorio, especialmente si es un lugar anexo dentro del propio dormitorio. Como inconveniente, son muebles más completos, que incluyen puertas, por lo que su coste es más elevado, tanto por los materiales como por la mano de obra en su instalación.
Diferentes diseños de vestidores
Como ya se ha indicado brevemente con anterioridad, los vestidores pueden optar por diferentes diseños para adaptarse al espacio disponible. El objetivo no es otro que sacarles el máximo provecho. Pueden ser lineales, en forma de U o de L.
Distribución lineal
En aquellas estancias en las que se disponga de un espacio regular se puede optar por una distribución paralela con doble línea. En los dos tabiques paralelos, se colocan los diferentes módulos con barras y estanterías, teniendo acceso al pasillo central desde ambos lados del vestidor. Las zonas altas, habitualmente, se utilizan como altillos para la ropa u objetos más voluminosos.
Distribución en forma de U
Este tipo de vestidor es el más recomendable para espacios cuadrados o rectangulares, pues se optimizan los tabiques que conforman el perímetro. En ellos se suelen instalar adaptadores de altura para todas las medidas de ropa, así como estanterías, zonas de barras, entre otros.
Distribución en forma de L
Es la más recomendable cuando se va a aprovechar una esquina, es también adecuada para vestidores alargados o pequeños, pues solo ocupa dos paredes con módulos formando una L, de ahí su nombre.
Decoración
Por último, para los vestidores, a nivel decorativo, se suelen emplear colores claros (tonos pasteles, beige, blanco…) y algún elemento auxiliar, como un puff, una silla o cualquier otro tipo de asiento que, además de aportar un toque distintivo si se elige un diseño atractivo, será sumamente funcional para vestirse o desvestirse.