Los muebles antiguos son auténticos tesoros. El ropero de la abuela, la cómoda tirada de precio que se encontró en un mercadillo o la estantería apoyada en un contenedor de la basura… A muchos, la restauración de muebles antiguos les sirve como terapia, para desconectar y relajarse con un trabajo manual después de los quehaceres diarios. Sin embargo, si se quieren acabados realmente profesionales, no se disfruta de estas tareas o no se tienen tiempo para ellas, lo mejor es contactar con un experto en restauración de muebles.

En cualquier caso, hay una serie de pasos que habrá que acometer para que la restauración de un mueble antiguo sea un éxito y se pueda volver a disfrutar de ellos en todo su esplendor.

Limpiar el mueble

El principio de todo comienza por una buena limpieza de la pieza que se quiere restaurar. Habrá que ser cuidadoso con los productos que se utilizan para no deteriorar la madera. Los profesionales recomiendan utilizar un jabón neutro, no agresivo, que aplicará con un trapo húmedo y diluido en agua, siguiendo las instrucciones marcadas por el propio fabricante.

En caso de que el mueble a restaurar cuente con tiradores, es el momento para quitarlos, pues de este modo estos elementos no intervendrán en el resto del proceso y supondrá una barrera para llegar a toda la superficie y hasta los últimos rincones.

Pintura

Una vez el mueble de madera esté perfectamente limpio, llega el momento de aplicarle la pintura elegida, utilizando un rodillo o una brocha. Cualquiera de las dos opciones es válida, dependerá del tamaño del mueble, de la dificultad para llegar a los lugares más complicados y de las preferencias del propio restaurador. Se debe seleccionar, preferentemente, una pintura que esté libre de tóxicos y aplicarla directamente sobre la madera del mueble. Existen diferentes tipos de pinturas, algunas no necesitan imprimación, será libre elección del experto elegir una u otra para adaptarse al acabado que se quiere obtener.

Si el mueble está formado en parte por otros materiales, tales como el metal, el plástico, el cristal, los azulejos … será necesario aplicar una capa de imprimación antes de empezar a pintar. De este modo, la pintura conseguirá una mayor adherencia y resistirá mejor el paso del tiempo.

Acabados

Una vez que el mueble está pintado completamente y se ha dejado secar, llega el momento de deshacerse del excedente de pintura con una lija de esponja. Con este procedimiento se eliminan todas las impurezas, eso sí, para que el acabado sea de calidad, siempre hay que seguir la dirección de la veta de la madera o de las pinceladas que se hayan dado con la aplicación de la pintura.

El resultado después de este proceso de lijado debe ser un acabado fino en toda la superficie. Para las esquinas, si se desea darle un aspecto más antiguo, se puede utilizar una lija más gruesa, de manera que aporte un toque de desgate. Esta es una técnica muy popular dentro de la restauración de muebles antiguos.

Protección

Una vez que se ha conseguido el resultado estético deseado, llega el momento de aplicar un tratamiento protector a toda la superficie del mueble. Aunque en algunos tipos de pinturas este tratamiento ya viene incorporado, lo más habitual es utilizar un barniz especial para madera o cera incolora para los muebles que se vayan a utilizar con bastante regularidad, como pueden ser las mesas y las sillas. Su misión es que aguanten el mayor tiempo posible en buen estado a pesar de su uso constante y estar expuestos a un continuo desgaste.

Pátina

Se trata del último paso para conseguir un acabado realmente profesional en la restauración de un mueble. Hay diferentes tipos de ceras en el mercado que se pueden utilizar para este último paso: las más oscuras consiguen un efecto más envejecido y las más claras aportan un extra de luz y luminosidad.

En cualquier caso, estos son los pasos habituales para un proceso de restauración de muebles simple. Hay labores más complicadas que es mejor dejar siempre en manos expertas, sobre todo cuando se tratan de objetos con un alto valor, ya sea económico o sentimental. En algunos casos el mueble puede estar afectado por la carcoma, por lo que habrá que hacerle un tratamiento especial, incluso sustituir algunas partes del mueble porque la madera esté demasiado dañada y no sea recuperable.

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